La banca mejora un 24% su ingreso por empleado con las plantillas congeladas

·        Bankinter, Banco Santander y Sabadell 'facturan' más de 330.000 euros por trabajador en España

·        Kutxabank, Bankinter y CaixaBank lideran el aumento de negocio por sucursal, con más del 6%

·        La cifra de negocio gestionada de media por sucursal sube un 4% y alcanza los 213 millones de euros

La banca dio el año pasado un salto en productividad gracias a la expansión de sus márgenes con el rally del euríbor y el aumento del negocio mientras que las plantillas y la red de sucursales permanecían casi congeladas. En un cálculo sobre ingresos, el volumen de facturación por empleado subió un 23,80% frente al 4-6% que venía avanzando dicho parámetro en los ejercicios previos. Y si el análisis se realiza en función del negocio, la cifra administrada por oficina engordó casi un 4% por el impulso en la contratación de productos como fondos de inversión y seguros de vida-ahorro como alternativa al depósito retribuido y que logró compensar el desplome sufrido por la nueva concesión de créditos.

Conseguir mejoras en productividad y eficiencia ha sido casi obsesión del sector, sobre todo, a raíz de la crisis financiera de 2008 y para remontar su famélica rentabilidad durante el largo periodo transitado con márgenes estrangulados por los tipos de interés negativos. La oleada de fusiones que se derivó de aquel shock redujo de 60 a apenas una docena las entidades y les permitió achicar costes por la vía de los ajustes: desde entonces ha desaparecido la mitad de las oficinas y un 40% de las plantillas, eliminando duplicidades.

Obsesión por la eficiencia

En vísperas de la pandemia, el ratio de eficiencia del sector o proporción de los ingresos que devoran los costes necesarios para poner en marcha la maquinaria en las entidades rozaba el 60% y hoy no llega al 50% frente al 62% medio de la banca europea, con varias entidades españolas rozando el 40-35%. Pero en los últimos tiempos la ganancia de eficiencia y productividad ya no pone solo foco en buscar ahorros con ajustes, sino en espolear los ingresos totales y en relación a su estructura.

En 2023 la banca aumentó el negocio gestionado por oficina gracias a un ligero ajuste de red (se redujo un 1,2%, hasta 13.630 sucursales) y, sobre todo, por el empuje de la actividad. Cada oficina administraba de media 182,35 millones de euros en créditos y depósitos con clientes frente a los 184,10 millones del año anterior, pero dicho volumen crece casi un 4%, hasta 213 millones, cuando se suma la contratación de seguros, fondos de inversión o planes de pensiones.

Son cálculos del informe Pulso de la banca elaborado por Alvarez & Marsal donde analiza los indicadores claves del sector tomando de referencia a las diez principales entidades (CaixaBank, BBVA, Santander, Sabadell, Bankinter, Abanca, Unicaja, Kutxabank, Ibercaja y Grupo Cajamar). El grupo cántabro lidera esta clasificación, con 355 millones por local; junto a Bankinter (331 millones), CaixaBank (236 millones) y Sabadell (231 millones).

"Hay que tener en cuenta las dinámicas de este año en volúmenes: Crédito baja y el ahorro se está moviendo a productos fuera de balance. Si metemos los productos fuera de balance, que son también negocio, la productividad no empeora", señala el senior director de Alvarez & Marsal, Eduardo Areilza. "Por la parte de las sucursales, siguen los ajustes netos en el sistema, pero las olas de grandes cierres se han terminado. Ahora hay reajustes de tamaños de oficinas, localizaciones y optimización de las redes para convertirlas en centros de servicios financieros", explica.

Para tener mejor visión de la productividad hay que considerar los ingresos por empleado o por centro. "Usando ese ratio ha aumentado considerablemente porque ahora hay más ingresos con las mismas personas y sucursales, por lo que hay una mejora de productividad desde la óptica de ingresos", agrega.

La cifra de recaudación por empleado superó, de hecho, los 317.000 euros frente a 256.860 registrados un año antes y la cifra queda lejos de los 227.400 euros de apenas tres años atrás. Para este cálculo, realizado por elEconomista.es, se toman los datos del censo de trabajadores y el margen bruto generado por las mismas diez entidades en España -rúbrica que recoge los ingresos core de una entidad, al integrar el margen financiero y la recaudación por comisiones en los productos y servicios-.

La plantilla conjunta creció un ligero 1,72% (suma 143.451 trabajadores) mientras que los ingresos se dispararon un 25,89%, hasta rebasar los 45.479 millones, espoleados por la vigorosa repreciación del crédito con la subida vertical de los tipos.

Bankinter y Santander sobresalen en este análisis, con 414.395 y 377.581 euros por empleado; aunque Kuxtabank destacada con el mejor desempeño, con un incremento del 40,89% en el parámetro, hasta 334.897 euros.

La última posición corresponde a Abanca, con 230.905 euros, tras engordar un 10,6% la plantilla por la incorporación de Targobank y después de pactar la compra de Eurobic. En el resto de entidades la variación de empleados oscila entre un recorte del 4,20% en Unicaja, derivado aún de la fusión de Liberbank, y el aumento del 5,65% en BBVA.

Las plantillas y las redes parecen estabilizadas, aunque haya ajustes puntuales, de forma que un avance futuro en la productividad dependerá de ganar negocio e ingresos.